Te encuentras dentro de un sitio único, en la bodega de un edificio singular del centro de Valladolid, que se ha conservado gracias a la intervención efectuada en 1995. De hecho, en la reforma realizada hubo que forrar su antigua estructura de arcos de ladrillo atizonado, por estar muy deteriorados, con una capa actual de medio ladrillo de aspecto macizo.

Lo que destaca a primera vista es el tipo de muro de la bodega que corresponde con la tipología de “tapia real” que las Ordenanzas de la construcción de 1582 señalan, tanto en fábrica de piedra como en ladrillo, con una medida estándar de 10 pies de largo por 5 pies de ancho y unos 2 a 3 pies de grueso (de 56 a 84 cm. aprox.).

En realidad, constituye la base del llamado “muro cortafuegos” de una vara castellana que según las Ordenanza de Gasca de 1563 debían tener todos los edificios del Mercado en tramos de cada diez casas para prevenir posibles incendios, disposición que pasará a otras plazas y calles de ciudades castellanas de la época como Madrid, Toledo o Segovia.

Por los planos de finales del siglo XIX podemos hacernos una idea de la situación del entresuelo sobre la bodega en relación a la planta baja, pues en su alzado se advierte la estructura de piedra del basamento de apoyo de la bóveda de cañón con refuerzo de arcos fajones de ladrillo. Actualmente son 6 arcos de gran luz (20 pies de ancho) que levantan entre 2.80 y 2.90 metros de altura, no existiendo en la época comunicación con el local comercial. Este local tendría un entresuelo sobre la misma bodega hasta alcanzar el primer forjado del primer piso.

El acceso desde el local estaría cegado, habilitándose la entrada por el fondo de la bodega en comunicación con el antiguo entresuelo y patio posterior de la casa. Esta entrada sería en escalera desde el patio y construida en escalones de ladrillo macizo de un pie de grueso, propio del modelo utilizado en el s. XVI.

Esta será nuestra casa a partir de ahora. Unos muros recios y centenarios arroparán nuestra cocina tradicional, siempre con un toque exótico, a la que hemos añadido nuestra apasionada ilusión.

Los Fogones de Jota es un local amplio, con un ambiente agradable, ideal para degustar nuestra amplia carta de primeros y segundos, nuestros deliciosos postres caseros. ¿Quieres dejarte aconsejar por nuestro personal de sala? Pregunta nuestra recomendación de temporada.

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